Paseo en avioneta


Recientemente tuve la oportunidad de realizar un vuelo en una avioneta 5 plazas de 180 cvs usada para remolcar veleros en el aeródromo de Lillo. La sensación no es muy diferente de la que se siente al volar en paramotor, aunque sí he de confesaros que se siente algo extraño al no ser uno mismo quien maneja la máquina.






Algo que hacemos habitualmente en el paramotor, como es el chequeo pre-vuelo, aquí se convierte en imprescindible; de surgir una parada en vuelo, las consecuencias serían más graves a la hora de aterrizar fuera de pista (por lo menos para el avión).


Se revisa todo concienzudamente, presiones de los distintos relojes, fusibles, frenos, timones, radio, cinturones, etc, etc. Es aquí cuando descubrimos que el freno de rueda izquierdo tiene menos presión que el derecho, pero no se considera importante para el vuelo que vamos ha hacer.






Todo Listo, encaramos la pista, se dan instrucciones de vuelo a control y "parriba"
Primera gran diferencia, la velocidad de ascenso, que en un principio rozamos los 7 m/s luego se va estabilizando.


Tras una breve charla con el piloto, Jaime Julve, un veterano aviador con miles de horas a espaldas, decidimos que es hora que yo tome los mandos, cosa que hago inmediatamente.
Comienzo a experimentar nuevas sensaciones, jugamos con el motor estable en rpm a hacer trepadas y suaves picados, todo suave, a diferenciar entre giros planos o con alabeo, metiendo pedales, a buscar el momento de perdida( más bien diría yo de pre-perdida) pues rápidamente volvíamos a una posición más estable.


Volamos por los alrededores de Lillo (Toledo) hasta cruzarnos con la autopista de Andalucía, y desde allí camino de vuelta entre cerros con molinos de viento, y charcas llenas de flamencos venidos de África.




Damos una pasada rápida a baja altura por la pista de aterrizaje, (ya con los mandos en posesión de su legítimo propietario) para informar a control que estamos dispuestos a aterrizar. y a la siguiente pasada tomamos tierra ( pero sin "hartarnos").



Una gran experiencia que se la recomiendo a cualquiera que tenga la posibilidad de hacerlo, pues es un buen contrapunto al vuelo en paramotor.



Nota: las turbulencias y los meneos al volar a mediodía en verano también se notan en avioneta, ¡y de qué manera!.

3 comentarios:

jariscano dijo...

Buena experiencia. Algún día intentaré subirme a una avioneta de estas en Lillo que me queda muy cerquita de donde vivo.

Unknown dijo...

Muy chulo, me gustaría probar. ¿dónde hay que ir?

Nacho Lamas dijo...

Aeródromo Municipal de Lillo (Toledo) Tlfno: 925170533